Índice
INTRODUCCION
CAPITULO I
1. Una lámpara incandescente
2. Nombres en distintos países
3. Historia
4. Funcionamiento y partes
5. Propiedades
6. El wolframio o volframio
7. Efecto Joule
8. Rojo blanco
9. La corriente o intensidad eléctrica
10. Vatio o watts
CAPITULO II
2.1 La lámpara compacta fluorescente o CFL
2.2. Mitos y realidades
2.2.1 Toxicidad
2.2.2 Vida útil
2.2.3 Arranque paulatino
2.2.4 Alto consumo inicial
2.2.5 Zumbido
2.2.6 Escasa potencia
2.2.7 Seguridad
2.2.8 Frialdad de la luz
2.2.9 Interferencias
CAPITULO: III
3.1 Otras tecnologías de CFL 3.2 La lámpara halógena 3.3 Principio de funcionamiento 3.4 biografía
INTRODUCION
En el primer capítulo veremos sobre todo sus características de una bombilla y cuáles son sus partes ya sea interno como externos incandescente. Sobre quien lo invento y en qué año.
En el segundo capítulo veremos sobre la lámpara compacta fluorescente o CFL, como sus características, cuales son los químicos que utiliza y veremos que benefició tiene y cuales con sus contras.
Terminando los capítulos veremos otros equipos de iluminación que con el tiempo sustituirán a las bombilla incandescente y a las lámparas compactas fluorescente CFL que son más ecológico para el medio ambiente y sobre todo un equipo que no consume demasiado energía.
Las dificultades que se obtuvo para realizar este trabajo de investigación fue la falta de tiempo y la mala organización sobre el tiempo y los beneficio fue que se logro tener conocimiento de un producto que es muy como un en el hogar y gracias a eso tener más cuidado sobre este producto si se destruye que peligros corremos o que peligro corren nuestras familias.
CAPITULO: I
1. Una lámpara incandescente
Es un dispositivo que produce haz de luz mediante el calentamiento por efecto Joule de un filamento metálico de un material llamado wolframio, en la actualidad de wolframio, hasta ponerlo al rojo blanco, mediante el paso de corriente eléctrica. Las lámparas de incandescencia se consideran actualmente poco eficientes ya que sólo el 10% de la electricidad que consumen la transforman en luz y el 90% restante lo destinan a producir otros tipos de energía no útiles para la aplicación (por ejemplo, el 25% en calor).
2. Nombres en distintos países
Ampolleta (Chile)
Bombillo (Colombia, Ecuador, Costa Rica, Guatemala, El Salvador, Honduras, República Dominicana, Cuba y Venezuela)
Bombilla (Puerto Rico, Argentina, Venezuela, España y Uruguay, raras o algunas veces en México)
Lamparita (Argentina y Uruguay)
Bombita de luz o bombita incandescente (Argentina)
Foco o foquito (Argentina, Panamá, Bolivia, Colombia, El Salvador, Honduras, México, Paraguay y Perú; en Chile se refiere al faro u óptica del automóvil y en Ecuador aunque en algunas zonas de este, también se refiere a una linterna)
Lámpara (Argentina, Venezuela, Colombia y Uruguay)
3. Historia
El invento de la lámpara incandescente se atribuye generalmente a Thomas Alba Edison que presentó el 21 de octubre de 1878 una lámpara práctica y viable, que lució durante 48 horas ininterrumpidas. El 27 de enero de 1880 le fue concedida la patente, con el número 223.898. Otros inventores también habían desarrollado modelos que funcionaban en laboratorio, incluyendo a Joseph Swan, Henry Woodward, Mathew Evans, James Bowman Lindsay, William Sawyer y Humphry Davy.
Cabe recordar que el alemán, Heinrich Goebel ya había registrado su propia bombilla incandescente en 1855, mucho antes por tanto que Thomas A. Edison. Tiempo después, pero siempre antes que a Edison, el 11 de julio de 1874 se le concedió al ingeniero ruso Alexander Lodiguin la patente nº1619 por una bombilla incandescente. El inventor ruso utilizó un filamento de carbono.
La bombilla es uno de los inventos más utilizados por el hombre desde su creación hasta la fecha. Según un ranking de la revista Life es la segunda más útil de las invenciones del siglo XIX. La comercialización de la bombilla por parte de la compañía de Thomas A. Edison estuvo plagada de disputas de patentes con sus competidores.
4. Funcionamiento y partes
Envoltura - ampolla de vidrio - bulbo
Gas inerte
Filamento de wolframio
Hilo de contacto (va al pie)
Hilo de contacto (va a la base)
Alambre(s) de sujeción y disipación de calor del filamento
Conducto de refrigeración y soporte interno del filamento
Base de contacto
Casquillo metálico
Aislamiento eléctrico
Pie de contacto eléctrico
Consta de un filamento de wolframio muy fino, encerrado en una ampolla de vidrio en la que se ha hecho el vacío, o se ha rellenado con un gas inerte, para evitar que el filamento se volatilice por las altas temperaturas que alcanza. Se completa con un casquillo metálico, en el que se ubican las conexiones eléctricas.
La ampolla varía de tamaño con la potencia de la lámpara, puesto que la temperatura del filamento es muy alta y, al crecer la potencia y el desprendimiento de calor, es necesario aumentar la superficie de enfriamiento.
Inicialmente en el interior de la ampolla se hacía el vacío. Actualmente la ampolla está rellena de algún gas noble (normalmente kriptón) que impide la combustión del filamento.
El casquillo sirve también para fijar la lámpara en un portalámparas por medio de una rosca (llamada rosca Edison) o una bayoneta. En casi todo el mundo los casquillos de rosca para lámparas de potencias medias se designan con el código de roscas Edison E-27, representando este número la medida en milímetros de su rosca. Es también muy frecuente una talla menor de rosca, la llamada E-14.
5. Propiedades
La lámpara incandescente es la de más bajo rendimiento luminoso de las lámparas utilizadas: de 12a 18 lm/W, Lúmenes por Vatio o Watt de potencia y la que menor vida útil o durabilidad, tiene, unas 1000 horas, pero es la más difundida, por su bajo precio y el color cálido de su luz.
No ofrece muy buena reproducción de los colores, ya que no emite en la zona de colores fríos, pero al ser su espectro de emisiones continuo logra contener todas las longitudes de onda en la parte que emite del espectro. Su eficiencia es muy baja, ya que solo convierte en trabajo (luz visible) alrededor del 15% de la energía consumida. Otro 25% será transformado en energía calorífica y el 60% restante en radiación no perceptible, luz ultravioleta y luz infrarroja, que acaban convirtiéndose en calor.
6. El wolframio o volframio
También llamado tungsteno es un elemento químico de número atómico 74 que se encuentra en el grupo 6 de la tabla periódica de los elementos. Su símbolo es W.
Es un metal escaso en la corteza terrestre, se encuentra en forma de óxido y de sales en ciertos minerales. Es de color gris acerado, muy duro y denso, tiene el punto de fusión más elevado de todos los metales y el punto de ebullición más alto de todos los elementos conocidos.[1] Se usa en los filamentos de las lámparas incandescentes, en electrodos no consumibles de soldaduras, en resistencias eléctricas, y aleado con el acero, en la fabricación de aceros especiales.
Su variedad de carburo de wolframio sinterizado se emplea para fabricar herramientas de corte. Esta variedad absorbe más del 60% de la demanda mundial de wolframio.
El wolframio es un material estratégico y ha estado en la lista de productos más codiciados desde la Segunda Guerra Mundial. Por ejemplo, el gobierno de Estados Unidos mantiene unas reservas nacionales de seis meses junto a otros productos considerados de primera necesidad para su supervivencia.[2]
Este metal es fundamental para entender las sociedades modernas. Sin él no se podrían producir de una forma económica todas las máquinas que nos rodean y las cosas que se pueden producir con ellas.
7. Efecto Joule
Es el fenómeno por el cual si en un conductor circula corriente eléctrica, parte de la energía cinética de los electrones se transforma en calor debido a los choques que sufren con los átomos del material conductor por el que circulan, elevando la temperatura del mismo. El nombre es en honor a su descubridor el físico británico James Prescott Joule.
Los sólidos tienen generalmente una estructura cristalina, ocupando los átomos o moléculas los vértices de las celdas unitarias, y a veces también el centro de la celda o de sus caras. Cuando el cristal es sometido a una diferencia de potencial, los electrones son impulsados por el campo eléctrico a través del sólido debiendo en su recorrido atravesar la intrincada red de átomos que lo forma. En su camino, los electrones chocan con estos átomos perdiendo parte de su energía cinética, que es cedida en forma de calor.
Este efecto fue definido de la siguiente manera: "La cantidad de energía calorífica producida por una corriente eléctrica, depende directamente del cuadrado de la intensidad de la corriente, del tiempo que ésta circula por el conductor y de la resistencia que opone el mismo al paso de la corriente". Matemáticamente se expresa como
8. Rojo blanco
Es un cuerpo a temperatura alta —al rojo vivo— emite la mayor parte de su radiación en las zonas de baja frecuencia (rojo e infrarrojo); un cuerpo a temperatura más alta —al rojo blanco— emite proporcionalmente más radiación en frecuencias más altas (amarillo, verde o azul).
9. La corriente o intensidad eléctrica
Es el flujo de carga por unidad de tiempo que recorre un material. Se debe a un movimiento de los electrones en el interior del material. En el Sistema Internacional de Unidades se expresa en C·s-1 (culombios sobre segundo), unidad que se denomina amperio. Una corriente eléctrica, puesto que se trata de un movimiento de cargas, produce un campo magnético, lo que se aprovecha en el electroimán.
El instrumento usado para medir la intensidad de la corriente eléctrica es el galvanómetro que, calibrado en amperios, se llama amperímetro, colocado en serie con el conductor cuya intensidad
10. Vatio o watts
El vatio o watt (símbolo W), es la unidad de potencia del Sistema Internacional de Unidades. Es el equivalente a 1 julio sobre segundo (1 J/s) y es una de las unidades derivadas. Expresado en unidades utilizadas en electricidad, el vatio es la potencia eléctrica producida por una diferencia de potencial de 1 voltio y una corriente eléctrica de 1 amperio (1 VA).
La potencia eléctrica de los aparatos eléctricos se expresa en vatios, si son de poca potencia, pero si son de mediana o gran potencia se expresa en kilovatios (kW) que equivale a 1000 vatios. Un kW equivale a 1,35984 CV (caballos de vapor).
CAPITULO II
2.1 La lámpara compacta fluorescente o CFL
La lámpara compacta fluorescente o CFL, (sigla del inglés compact fluorescent lamp) es un tipo de lámpara fluorescente que se puede usar con casquillos de rosca Edison normal (E27) o pequeña (E14). También se la conoce como:
Lámpara ahorradora de energía
Lámpara de luz fría
Lámpara de bajo consumo
Bombilla de bajo consumo
Bombillo ahorrador (Colombia)
En comparación con las lámparas incandescentes, las CFL tienen una vida útil mayor y consumen menos energía eléctrica para producir la misma iluminación. De hecho, las lámparas CFL ayudan a ahorrar costes en facturas de electricidad, en compensación a su alto precio dentro de las primeras 500 horas de uso.
2.2Mitos y realidades
Hasta hace pocos años, estas lámparas tenían algunos inconvenientes y limitaciones, heredados de la tecnología del tubo fluorescente clásico. Las lámparas fluorescentes compactas actuales han mejorado ostensiblemente la tecnología fluorescente inicial gracias a la electrónica y la enorme mejora de los compuestos luminiscentes, emitiendo hoy día el doble de luz que un tubo clásico rectilíneo usando la mitad de la energía. No obstante, algunas características de estas luminarias son objeto de controversia, especialmente tras el inicio de la prohibición de las bombillas incandescentes convencionales.
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2.2.1 Toxicidad
Las lámparas fluorescentes contienen mercurio, un metal pesado utilizado en forma de gas para producir radiación, que luego un polvo fluorescente convierte en luz visible. Los tubos fluorescentes convencionales contienen entre 15 y 25 mg de esta sustancia,[] mientras que las lámparas de bajo consumo contienen una cantidad menor. Con la optimización de la tecnología de las lámparas, han surgido modelos con muy baja cantidad de mercurio: La Asociación nacional de fabricantes eléctricos norteamericana (NEMA) estipula un contenido máximo de 5 mg por lámpara,[] aunque no todos los fabricantes cumplen con este estándar.[] A pesar de la reducción del contenido de mercurio, distintas agencias de la salud recomiendan, en caso de rotura, abandonar la habitación durante 15 minutos, recoger los restos con guantes, o incluso, en caso de ser usada, cambiar la bolsa de la aspiradora.[] Las lámparas CFL deben reciclarse por un procedimiento específico.
En lo referente a la liberación de mercurio al medio ambiente, hay que tener en cuenta que la generación de electricidad libera a su vez apreciables cantidades de este metal a la atmósfera. Dado que las lámparas fluorescentes compactas consumen mucha menos energía, el efecto global a este respecto es positivo. Esto se da debido a que la producción de una lámpara incandescente puede requerir la liberación al ambiente de 10mg de mercurio, mientras que la fluorescente requiere la liberación de 2.4mg, lo cual implica beneficios para el ambiente. En el caso de que la bombilla fluorescente se haya roto, o no se haya reciclado, esta ventaja se mantendría, pues se estarían agregando 5ml a los 2.4ml, lo cual da una suma de 7.4ml, de todas maneras menores a los 10 ml.
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2.2.2 Vida útil
Los ciclos de encendido y apagado de las bombillas CFL afectan la duración de su vida útil, de manera que las bombillas sometidas a frecuentes encendidos pueden envejecer antes de lo que marca su duración teórica[] reduciendo por tanto el ahorro económico y energético. Esto es aplicable en lugares de uso puntual, como pasillos o aseos. Deben evitarse también las bombillas en luminarias muy cerradas, pues las altas temperaturas también reducen su vida útil.[]
La polémica se ha visto agravada por la mala calidad de muchas de las bombillas distribuidas en el mercado: un estudio de 2006 demostró que más de la mitad de las bombillas de ciertas marcas duraban menos de 100 horas, en lugar de las 3.000 u 8.000 anunciadas.
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2.2.3 Arranque paulatino
Los primeros modelos, aparecidos en las décadas de 1980 y 1990, requerían temperaturas relativamente altas para generar una emisión luminosa suficiente. Puesto que esos modelos usaban balastos electromecánicos y arrancadores, igual que un tubo fluorescente lineal, no solo debían tomar temperatura, sino que además el encendido producía parpadeos. Desde mediados de la década de 1990, el balasto electromecánico y el arrancador fueron reemplazados por un transformador electrónico, mal llamado balasto electrónico, que junto a las mejoras en las substancias fluorescentes presentes en el tubo, han mejorado los tiempos de encendido, así como el tiempo requerido para alcanzar su máxima luminosidad. Sin embargo en lugares de tránsito, tales como pasillos, el retardo en el encendido puede resultar molesto y poco práctico.
2.2.4 Alto consumo inicial
Los primeros tubos fluorescentes, que son el antecedente de las lámparas compactas fluorescentes, usaron balastos y arrancadores cuya tecnología aún era primitiva. Para encender uno de esos equipos y llevarlo a su luminosidad, se requerían enormes cantidades de energía, debido a la falta de optimización de la tecnología. Las nuevas generaciones de balastos electrónicos, arrancadores y tubos lineales ya solucionaron ese problema con anterioridad a las lámparas fluorescentes compactas, de manera que aún los modelos electromecánicos no padecían este defecto. Los modelos electrónicos están exentos de este problema.
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2.2.5 Zumbido
Las lámparas con equipo electromecánico tendían a zumbar al ritmo de la frecuencia de la red eléctrica, que funciona en 50 Hz ó 60 Hz de acuerdo al país, independientemente de la tensión. Las lámparas electrónicas no usan balastro sino un transformador electrónico muy optimizado que produce la alta tensión de arranque a altísimas frecuencias, condición que ayuda a la creciente disminución del tamaño. Esta altísima frecuencia disminuye casi por completo el parpadeo o flicker.
2.2.6 Escasa potencia
Hasta inicios del siglo XXI, las CFL tenían un rendimiento bajo, tardaban en arrancar y eran falibles. Hoy en día, una CFL de 24 W puede reemplazar a un tubo fluorescente de 40 W o a una bombilla incandescente 100 W con incluso más flujo luminoso. El problema sigue siendo el gran tamaño de las bombillas de alta potencia, que frecuentemente no caben en las lámparas convencionales, o resultan poco estéticas.
Muchos usuarios afirman además que la potencia teórica de las CFL no es real, y que iluminan menos de lo que se dice en las etiquetas. Esto es muchas veces cierto: sin embargo, esta impresión se debe a las numerosas bombillas etiquetadas con una potencia sensiblemente mayor a su potencia real,[] y es por tanto un problema de las agencias de control de calidad, y no de la tecnología en sí.
2.2.7 Seguridad
Los tubos fluorescentes equipados con balasto mecánico pueden explotar si éste entra en cortocircuito, dado que en este estado equivale a un trozo de cable que conecta el tubo directamente a la red eléctrica, sobrecargándolo. La lámpara fluorescente con balasto mecánico ha sufrido estos problemas, pero la electrónica está completamente exenta, dado que es un transformador electrónico que aísla el tubo de la red, aun en las peores condiciones, de manera que los modelos de hoy son más seguros que cualquier lámpara, excepto las LED. Normalmente éstas solo se rompen por golpes indebidos o accidentales, de modo que basta con usarlas dentro de un buen artefacto o en una posición donde estén protegidas de impactos.
2.2.8 Frialdad de la luz
Los tubos fluorescentes casi siempre son asociados con una luz blanca tendiendo a azul, lo cual puede ser un problema para personas acostumbradas a la calidez de la luz de una lámpara incandescente. Hoy en día pueden adquirirse lámparas fluorescentes compactas en colores como luz día, neutro y cálido. Luz día es la clásica luz fluorescente, cálido es la misma coloración amarillenta que emite la lámpara incandescente, y neutro es un término medio entre las dos, que trata de mejorar la reproducción de colores. También existen las lámparas trifósforo, que emiten iguales cantidades de luz roja, azul y verde, generando un blanco perfecto que reproduce con precisión todos los colores. Además, empiezan a aparecer lámparas fluorescentes que emiten en rojo, azul, verde, amarillo, ámbar y la llamada luz negra.
2.2.9 Interferencias
Las bombillas de bajo consumo utilizan un pequeño transformador con un oscilador que produce interferencias de radio y electromagnéticas. No sólo eso, algunos modelos interfieren exactamente en la banda de 2,4 GHz, por lo que anulan la cobertura de las redes Wifi.[]
En general, se puede concluir que el empleo de bombillas de bajo consumo es beneficioso tanto en términos económicos como ecológicos, siempre y cuando se eviten las bombillas de mala calidad, procedentes en su inmensa mayoría de China.
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CAPITULO: III
3.1 Otras tecnologías de CFL
Otro tipo de lámpara fluorescente es la fluorescente sin electrodos, conocida como lámpara radio fluorescente o de inducción fluorescente. A diferencia de otras lámparas fluorescentes convencionales, la iluminación se lleva a cabo mediante inducción electromagnética. Esta inducción es efectuada mediante un núcleo de ferrita con un embobinado de hilo de cobre que se introduce en el bulbo de la lámpara encapsulado en una cubierta de vidrio con figura de "U" invertida. El embobinado es energizado con corriente alterna a una frecuencia de 2,65 o 13,6 MHz; esto ioniza el vapor de mercurio de la lámpara, excitando el recubrimiento interno de fósforo y produciendo luz. La ventaja principal que ofrece esta tecnología es el enorme aumento en la vida útil de la lámpara, la cual es típicamente estimada en 60 000 horas.
Otra variante de las tecnologías existentes de CFL son los bulbos o lámparas con un recubrimiento externo de nano-partículas de dióxido de titanio. Esta sustancia es un fotocatalizador que se ioniza cuando es expuesto a las radiaciones ultravioleta producidas por la CFL, siendo capaz de convertir oxígeno en ozono y agua en radicales hidroxilos, lo que neutraliza los olores y elimina bacterias, virus y esporas de moho.
La lámpara de luz fluorescente de cátodo frío (CCFL, por sus siglas en inglés) es una de las formas más nuevas de CFL. Las lámparas CCFL usan electrodos sin filamentos. El voltaje que atraviesa a estas lámparas es casi 5 veces superior al de las lámparas CFL y la corriente entre sus terminales es de alrededor de 10 veces menor. Las lámparas CCFL tienen un diámetro de casi 3 mm y son usadas en la retro iluminación de los monitores delgados. Su tiempo de vida útil es de aproximadamente 50 000 horas y su rendimiento luminoso es igual a la mitad de las lámparas CFL.
Actualmente, están empezando a extenderse las bombillas de LEDs blancos. Tienen un rendimiento y duración similar o incluso superior a las fluorescentes compactos y además se pueden encender y apagar (incluso cientos de veces por segundo) sin que su vida útil se vea afectada.
3.2 La lámpara halógena
Es una variante de la lámpara incandescente, en la que el vidrio se sustituye por un compuesto de cuarzo, que soporta mucho mejor el calor (lo que permite lámparas de tamaño mucho menor, para potencias altas) y el filamento y los gases se encuentran en equilibrio químico, mejorando el rendimiento del filamento y aumentando su vida útil.
Algunas de estas lámparas funcionan a baja tensión (por ejemplo 12 voltios), por lo que requieren de un transformador para su funcionamiento.
La lámpara halógena tiene un rendimiento un poco mejor que la incandescente: 18 22 lm/W y una vida útil más larga: 1.500 horas.
3.3 Principio de funcionamiento
La lámpara halógena tiene un filamento de wolframio dentro de una cobertura de cristal de cuarzo con gas halógeno en su interior, que permite que el filamento pueda alcanzar altas temperaturas sin deteriorarse, produciendo mayor eficiencia y una luz más blanca que las bombillas comunes, además de radiar luz ultravioleta.
Por esta razón no se deben utilizar las bombillas o lámparas halógenas para lámparas de mesa que se utilicen como iluminación para la lectura u otras actividades similares. Hay que evitarlas debido a que los rayos ultravioleta o luz ultravioleta que ellas emanan inciden negativamente sobre el cristalino aumentando las posibilidades de acelerar el proceso degenerativo que conduce a la presencia de cataratas. Este efecto negativo, producido por las lámparas halógenas de mesa para la lectura, se potencia por razón de su cercanía a los ojos, lo cual incluye el reflejo de los rayos ultravioleta o luz ultravioleta proveniente de las hojas que se estén leyendo o de los otros elementos con los cuales se esté trabajando. (Para impedir perjuicios en la visión, [esto incluye a los escolares para hacer sus trabajos o tareas] las lámparas para lectura deben tener lámparas de incandescencia corrientes, que son los bombillos o focos esféricos clásicos que se han utilizado para la iluminación de las habitaciones de las casas. También se pueden utilizar las modernas de bajo consumo que tienen el balastro electrónico y no producen vibración de la luz)
3.4 Biografía
Thomas Alva Edison (11 de febrero de 1847– 18 de octubre de 1931) fue un empresario y un prolífico inventor que patentó más de mil inventos (durante su vida adulta un invento cada quince días) y contribuyó a darle, tanto a Estados Unidos como a Europa, los perfiles tecnológicos del mundo contemporáneo: las industrias eléctricas, un sistema telefónico viable, el fonógrafo, las películas, etc.
Sus familiares emigraron de Ámsterdam en la década de 1830 y se establecieron en el río Passaic, en Nueva Jersey. John Edison, el abuelo del inventor, ingresó al bando de los británicos durante la Guerra de Independencia y, a final de la misma, tuvo que refugiarse en Nueva Escocia. Después de un tiempo se trasladó a Canadá para residir en Bangham, en la zona del lago Erie. Cuando estalló la rebelión canadiense en el año de 1837, Samuel Edison (padre del inventor) se unió a los insurgentes. Una vez más la familia se vio obligada a huir a los Estados Unidos.
En 1840 Samuel Edison estableció una pequeña maderería en Milan, Ohio. Antes de que la familia se estableciera en Milan, Nancy, una canadiense de ascendencia escocesa, había tenido cuatro hijos. Posteriormente tuvo tres más, pero murieron tres de los primeros en la década de 1840 y los sobrevivientes tenían catorce, dieciséis y dieciocho años cuando, el 11 de febrero de 1847, la esposa de Samuel Edison dio a luz a su séptimo hijo. Lo llamaron Thomas por un antepasado de la familia, y Alba en honor del capitán Alba Breadle.
En 1855 a los ocho años y medio Edison entra a la escuela. Después de tres meses de estar asistiendo, regresó a su casa llorando, informando que el maestro lo había calificado de alumno "estéril e improductivo". Es imposible establecer si Nancy Edison tomó muy en serio la opinión del maestro o si pensó que ella era mejor que el profesor de su hijo. El caso es que Edison recordó durante el resto de su vida el resultado del dichoso incidente:
FUENTE DE INFORMACION
http://es.wikipedia.org/wiki/Thomas_Alva_Edison
http://es.wikipedia.org/wiki/L%C3%A1mpara_hal%C3%B3gena
http://es.wikipedia.org/wiki/L%C3%A1mpara_incandescente
http://es.wikipedia.org/wiki/Efecto_Joule
http://es.wikipedia.org/wiki/Rojo_blanco"
http://es.wikipedia.org/wiki/Corriente_el%C3%A9ctrica
http://es.wikipedia.org/wiki/L%C3%A1mpara_fluorescente_compacta
http://es.wikipedia.org/wiki/L%C3%A1mpara_fluorescente_compacta